La nueva Orbea Rise es una de esas bicis que con pasó tímido pero firme van haciéndose un hueco en el mercado de las bicicletas eléctricas de montaña. El futuro es impredecible y no queremos jugar a adivinos, pero parece que una parte de los usuarios de bicis eléctricas —sobre todo aquellos que durante décadas han disfrutado de una bicicleta de montaña tradicional— prefieren sacrificar una parte de la autonomía que ahora tienen las actuales e-bikes de enduro o trail por media docena de kilos menos, aunque para ello deban pagar un pequeño sobrecoste. Una pequeña revolución.
Autonomía de la Orbea Rise
El concepto, per se, es muy bueno. Disponer de una autonomía de batería considerable, con un peso poco mayor que una bici muscular, es una idea que casi todos los ciclistas en algún momento hemos ambicionado, pues sincretiza lo mejor de los dos mundos, ligereza y un plus de potencia para poder hacer rutas con mayor desnivel, para subir y bajar más, en definitiva, para disfrutar más.
Si además eres de los que estás acostumbrado a pedalear, y te limitas a usar el motor en modo Eco y en el perfil 1, entonces dispondrás de 8 horas de autonomía y 4.000 metros de desnivel acumulado. ¡Una barbaridad!.
Estos datos que nos facilita Orbea pueden parecer exagerados para algunos usuarios de bicis eléctricas que están acostumbrados a usar otros modos en los que la aportación de potencia sea muy superior, pero hay que tener en cuenta que la entrega de potencia y la potencia máxima de este motor Shimano son diferentes a otros modelos. Si a esto se suma el menor peso del conjunto, tendremos las claves de estas cifras.
Es evidente que para estar 8 horas encima de la Rise y hacer 4.000 metros de desnivel hay que estar en forma, pero también hay que ser conscientes de que ese mismo ciclista con una bici muscular no podría hacer más que la mitad de ese mismo recorrido. Dicho esto, que cada cual evalúe sus necesidades y sus preferencias.
Su competencia
Orbea no ha sido el primero en concebir una bicicleta de montaña eléctrica y ligera de estas características, pues ya existían en el mercado modelos como la Lapierre eZesty y la Specialized Turbo Levo SL.
Este es un buen momento para pedir disculpas, pues es posible que haya quien piense que deberían incluirse otros modelos como la Focus Jam2 u otras, pero no lo hacemos por un motivo que deseamos aclarar: su origen.
La Jam2 es una bicicleta eléctrica doble tradicional, y aunque fue pionera en montar una segunda batería, no se concibió como una bicicleta que pudiera competir en peso y maniobrabilidad con una trail o enduro muscular equivalente, y así lo indica su peso, contenido, pero no equiparable a estos tres modelos.
También pedimos disculpas si hay algún otro fabricante que tenga en su catálogo un modelo similar a la Rise de Orbea, a la eZesty de Lapierre o a la Turbo Levo SL de Specialized. Mea culpa.
En el caso de Lapierre hay que decir que fueron los pioneros en el desarrollo de este tipo de productos; hay que ser valientes para apostar por este concepto de bici antes que nadie, cuando los usuarios que deseaban comprar una eléctrica lo primero y en ocasiones lo único que preguntaban era: ¿y cuántos kilómetros puedo hacer con esta bici? Y aunque siga siendo una cuestión recurrente, ya ni es la primera ni la más importante —y mucho menos la única—.
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Hechas estas aclaraciones, vamos a centrarnos en la Rise y en los aspectos más técnicos para explicar lo que a nuestro entender aporta:
La mayor ventaja de este modelo es su poco peso
Las bicis son caras porque son ligeras. Si los humanos tuviéramos fuerza suficiente para mover bicis de veinte kilos las bicis serían mucho más baratas. Pero una de nuestras muchas limitaciones es que no podemos realizar esta clase de esfuerzos durante mucho tiempo, y los ciclistas pasamos muchas horas encima de nuestras monturas.
Pensando en reducir lo máximo posible el peso, en la Rise se ha suprimido todo lo innecesario, consola, parte del cableado, hasta el botón de puesta en marcha se ha colocado próximo al motor, en la parte inferior del tubo vertical. En lugar de tener una pantalla, han decidido emplear un mando tan pequeño que si no te fijas pasará desapercibido, que sirve para modular el nivel de asistencia, y lo han acompañado de un dispositivo minimalista con dos leds que sirven para indicar el modo de asistencia y el nivel de la batería.
La ergonomía y sencillez del conjunto, sumado a las estilizadas formas de su cuadro, hace que uno se pregunte si estamos ante una bici muscular o eléctrica.
Equilibrio entre la parte ciclo y la electrónica
Esto se debe en parte a lo dicho anteriormente —a la ausencia de controles electrónicos visibles y a la lograda estética del cuadro—, pero también al reparto de pesos y a su ligereza, que en ocasiones te hace dudar de si llevas o no una eléctrica, pues se puede levantar la rueda o saltar con una facilidad que no es lo habitual en bicis de estas características, y por la entrega de potencia de su motor, que es instantánea, y en el que no se aprecia ese pequeño retraso que resulta tan molesto, desde que accionamos la biela hasta que responde el motor. Si a esto se le suma el bajo roce del motor, que cuando está desactivado no lastra nada al pedalear, y lo liviano del conjunto, tenemos una bicicleta excepcional.
Optimización de la entrega de potencia del motor
Se ha optimizado para cadencias que oscilan entre las 75 y las 95 pedaladas por minuto. Esto traducido a la vida real significa que cuanto más fuerte pedalees más aportará el motor.
También de este equilibrio es en parte responsable Shimano con su motor EP8-RS, que ha visto optimizada su gestión introduciendo un par máximo de 60 Nm y tiene un peso de 2,6 kg, suficiente para ayudarnos a salvar las rampas de mayor pendiente, pero pensando siempre en que gaste menos, con lo cual la batería durará más.
Se puede elegir entre dos niveles de aportación del motor, que pueden modificarse con la APP E-Tube de Shimano. De este modo podremos optar por uno u otro dependiendo de lo que queramos exigir al motor, de nuestras condiciones físicas y de la ruta que vayamos a realizar.
Batería interna Orbea Rise
Las que montan de serie la Rise es de 360 Wh y pesa 2,2 kg, y a simple vista —dado el escaso grosor del tubo oblicuo, donde va embutida— pasa totalmente desapercibida. Además, tenemos la posibilidad de aumentar la autonomía mediante el acople de una batería externa de 250 Wh y 1,4 kg que se instala en el lugar del portabidones. Está muy bien diseñada. Es compacta, ocupa poco espacio y se monta y desmonta con suma rapidez.
Otra de sus virtudes: Cuadro OMR y ausencia de Horst Link
La parte ciclo está muy bien resuelta. El cuadro de carbono que nos propone Orbea, de exquisita factura y calidad OMR, estéticamente es impecable, y además es muy ligero, tan solo pesa 2,3 kg. Nos sorprende la ausencia del “Horst link” en la rueda trasera, al estilo de las bicis de rally. Aunque es diferente el sistema que se emplea en ambos, pues en este caso sí existe punto de giro, solo que no se ve pues va alojado en el eje de la rueda trasera. De este modo se gana rigidez en esa zona.
Si a esto le sumamos un equipamiento de primera y una geometría muy bien pensada, tenemos como resultado la nueva Orbea Rise, una bici que sin duda dará qué hablar.
Modelos Orbea Rise
Hay cuatro modelos que comparten cuadro de carbono, motor y batería, y que difieren en los componentes. Son los siguientes:
– Orbea Rise M-LTD: monta horquilla Fox 34 Float Factory Kashima de 140 mm de recorrido, amortiguador Fox Float DPS Factory Kashima, transmisión Shimano XTR M9100 de 12 velocidades, frenos Shimano XTR M9100, tija telescópica Fox Transfer Factory Kashima, ruedas de carbono Race Face NEXT-SL TLR, bielas Etherteen Race de carbono y neumáticos Maxxis Rekon de 2,4 el trasero y de 2,6 el delantero. Su PVP es de 10.499€.
– Orbea Rise M-Team: equipada con horquilla Fox 36 Float Factory Kashima de 150 mm de recorrido, amortiguador Fox DPX2 Factory Kashima, transmisión Shimano XTR M9100 de 12 velocidades, frenos Shimano XTR M9120, tija telescópica Fox Transfer Factory Kashima, ruedas Race Face Turbine R30 TLR, bielas Etherteen Race de carbono y neumáticos Maxxis Dissector/Rekon de 2,4. Su PVP es de 9.599€.
– Orbea Rise M10: monta horquilla Fox 36 Float Factory Kashima de 150 mm de recorrido, amortiguador Fox DPX2 Factory Kashima, transmisión Shimano XT M8100 de 12 velocidades, frenos Shimano XT M8120, tija telescópica OC2, ruedas Race Face Turbine R30 TLR y neumáticos Maxxis Dissector/Rekon de 2,4. Su PVP es de 8.299€.
– Orbea Rise M20: equipada con horquilla Fox 34 Float Performance de 140 mm de recorrido, amortiguador Fox Float DPS Performance, transmisión Shimano SLX M7100 de 12 velocidades, frenos Shimano Deore M6100, tija telescópica OC2, ruedas Race Face AR 30C y neumáticos Maxxis Dissector/Rekon de 2,4. Su PVP es de 6.599€.
Recordaros también que todos los modelos (salvo la M20), están disponibles para que las puedas personalizar a través de la herramienta #MyO en la cual puedes escoger los colores que más te gusten y hacerla única.
Conclusión
Está visto que para hacer una bici eléctrica excepcional hay que tenerlo todo: poco peso, un conjunto motor-batería óptimo, una parte ciclo que se asemeje lo más posible a una bici muscular y que las sensaciones que tengas cuando comiences a dar pedales te hagan preguntarte cómo no se había inventado antes.
Y tú, ¿Qué opinas de esta bicicleta?
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