Hoy vamos a tratar un tema de vestuario que tiene que ver más de lo que pensamos con el rendimiento: las zapatillas de ciclismo.

La zapatilla es el medio material que transmite la fuerza que ejercemos a las bielas, es el único intermediario entre nuestras piernas y los pedales. Por eso, a diferencia de otras prendas, bien sea ropa u otro material de protección como gafas o cascos, las zapatillas influyen bastante en nuestro rendimiento.

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Pelotón ciclista

Material de las suelas

Hemos empezado hablando de las suelas porque es la parte de las zapatillas que más influye en la transmisión de la fuerza ejercida al pedalear. Cuanto más rígida sea la suela menos energía se pierde por el camino; ahora bien, muchas veces, una suela demasiado rígida nos resultará incómoda.

Suelas de carbono

Las suelas de carbono tienen algunas ventajas —gran rigidez y poco peso—, pero también cuentan con un inconveniente considerable: su excesiva dureza. Esto se nota sobre todo en zapatillas de montaña, pues en zapatillas de carretera, al transitar por terreno regular no supone un inconveniente. Sin embargo, cuando se rueda por campo, con piedras, raíces, roderas y saltos, la extremada rigidez del carbono no filtra nada las irregularidades y sufre más la planta del pie. Una plancha de carbono, situada paralela al suelo, no absorbe vibraciones. Hay que recordar que según se coloquen las fibras de carbono y el epoxi que sirve para darle consistencia y forma, así será el conjunto de rígido o flexible. Y en esta posición el carbono es extraordinariamente rígido, pero no absorbe nada.

Además, la diferencia de rigidez es mínima entre una suela de plástico o de un material de calidad y otra de carbono. Sin embargo, la comodidad de una y otra no tienen nada que ver.

Por eso haremos una distinción en el empleo de zapatillas con suela de carbono. En carretera son válidas para casi todos los usuarios, pero no así en montaña. Salvo que seas un pro y que estés ganando carreras, lo mejor es comprar una zapatilla de gama alta de montaña, pero que no tenga suela de carbono. Además, puedes tener algún problema circulatorio leve, pues con este tipo de suelas es más fácil que se te duerman los dedos de los pies. Es cierto que existen plantillas que sirven para aminorar esta desagradable sensación, pero en ocasiones su empleo resulta insuficiente.

Por último, comentar que no todas las suelas que se anuncian como carbono lo son. Hay que diferenciar entre carbono y composite. Composite hay de muchos tipos y no es tan rígido como el carbono.

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Suelas tradicionales

Llamamos suelas tradicionales a las que no son de carbono, que son las que se empleaban de forma masiva hasta hace unos años. La variedad de los materiales de las suelas es considerable. Hay suelas de diferentes tipos de plásticos, de fibra de vidrio y de composite. Además, este tipo de materiales su pueden combinar entre sí. Pero, en general, el tipo de suela no define la calidad de la zapatilla. Por este motivo no debe uno dejarse llevar por «me he comprado unas zapatillas con suela de carbono que son cojonudas». Eso no es así necesariamente, hay zapatillas más que regulares que les ponen un trozo de carbono en la suela y tienen los inconvenientes de unas zapatillas mediocres y la incomodidad del carbono.

Tipos de cierres

Hay multitud de cierres para las zapatillas de ciclismo. Los más sencillos son los tradicionales cordones, pero también hay velcros, correas de cierre micrométrico y otros del tipo Boa, Atop o similar. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las zapatillas, tanto de carretera como de montaña, combinan al menos dos tipos de cierre. ¿Y por qué lo hacen? Por un lado, para abaratar, pero existen otros motivos. Tampoco es necesario que el cierre ejerza el mismo apriete a la altura del astrágalo que del metatarso. Y hay que tener en cuenta que el peso de un velcro es menor que el de un Boa. Además, junto a los dedos no hace falta un sistema de amarre mejor.

Cierres tradicionales

Estos tipos de cierres que hemos denominado tradicionales son los cordones, los velcros y los cierres micrométricos del tipo carril. El Boa, el Atop y los que tienen esa misma forma y son patentes de algunas marcas también son micrométricos. Si bien es cierto que cuando se emplea este término se suele hacer referencia a los primeros cierres micrométricos que existieron, los de carril.

En cuanto al tipo de cordones y de velcros apenas hay diferencias. Como en todo, hay distintas calidades, pero su funcionamiento es exactamente igual. En los cierres micrométricos hay más variedad, pues cambia el sistema de liberación y varía bastante la calidad de la guía.

Si compras una zapatilla con cierre micrométrico asegúrate de que tenga repuesto. Con el uso se va gastando la guía que hace de amarre, y si tienes repuesto alargarás la vida de tu calzado. Por lo demás el cierre micrométrico es un magnífico sistema de ajuste, pero tiene un inconveniente frente al Boa o similar, y es que no se puede aflojar o apretar en marcha.

 

Los precios de estos tipos de cierre, por lo general abaratan el precio final de la zapatilla. También es verdad que a partir de un determinado precio todas las zapatillas tienden a incorporar sistemas tipo Boa, Atop o similar.

Cierres tipo Boa, Atop o similar

¡Ojo!, no todos los cierres redondos de cable son Boa. El sistema Boa es una patente, y hay marcas que han optado por otra incorporar un sistema similar pero cuyo empleo es más económico (Atop), o por sacar cierres propios con un sistema parecido.

La diferencia entre ambos está en el sistema de desbloqueo y en que le Boa es más fiable que el Atop, pero que conste que los dos son buenos.

Por su parte, hay fabricantes que han decidido desarrollar su propio cierre, como en el caso de Sidi y Northwave. Ambos funcionan bien y son fiables, si bien el North Wave nos recuerda mucho al Boa y al Atop, mientras que el Sidi es el que más se diferencia del resto. Todos estos sistemas cuentan con repuestos.

Tampoco es necesario poner cierres Boa, Atop o similar por toda la zapatilla. En la parte alta (donde se encuentra el astrágalo) es necesario un sistema de fijación firme, pero en la parte próxima a los dedos no.

El sistema Boa nació como una manera cómoda y efectiva de sustituir los cordones en las botas de Snow. De ahí pasó a emplearse en otros deportes, y hace unos años llegó al ciclismo. Es sin duda uno de los mejores sistemas de cierre para calzados cuyas carcasas sean flexibles.

En general el Boa se pone en las zapatillas más caras, y luego se ponen otros sistemas como Atop o cierres micrométricos, y en las zapatillas más baratas encontraremos velcros y cordones.

Tipos de hormas

La fisionomía de los pies es muy variada, de tener un pie ancho a estrecho es de poder usar unas zapatillas u otras. Y lo mismo ocurre si tenemos un empeine muy alto.

Hay hormas muy diferentes en zapatillas de deporte en general y de ciclismo en particular.

Por este motivo no se puede aconsejar a todo el mundo la misma marca de calzado o un determinado modelo. Por ejemplo, las zapatillas Sidi son excelentes, sin duda de lo mejor del mercado, pero si tienes el pie ancho olvídate de unas Sidi. Su horma es bastante estrecha y a no todos los ciclistas les van bien. En el caso contrario se encuentra North Wave, otro de los grandes, pero en este caso su horma es bastante ancha. Gaerne, que es el tercer gran fabricante italiano de zapatillas de ciclismo, tiene una horma mayor que las Sidi, pero algo más estrecha que la North Wave. Si consideras que tu pie es de los que se podrían calificar como estándar, una buena idea es empezar probándote una Gaerne.

Cualquiera de estos tres fabricantes tiene una gama amplísima y cubren todas las necesidades ciclistas; si ellos no lo tienen es que no existe.

Hay otros muchos fabricantes. En primeros precios, como siempre, Shimano es poco menos que imbatible. Su horma es ancha y da poca talla. Necesitarás una talla más de la que gastas habitualmente. Por 74,99 € Shimano nos ofrece la RC100 (carretera) o la XC 100 (montaña). Llevan tres tiras de velcro muy anchas, con suela de nylon con refuerzos de fibra de vidrio y con suela de tacos de goma en el modelo XC.

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Lo que si te aconsejamos es que con independencia del modelo que adquieras, nos parece imprescindible probarse varios pares de zapatillas antes de comprarlas.

Zapatillas de carretera y de montaña

La principal diferencia entre las zapatillas de ciclismo carretera y de montaña es la suela. En el resto no hay apenas diferencia. En algunos casos las de montaña llevan un refuerzo extra en puntera y talonera, pero lo que de verdad las diferencia es que la suela sea lisa o de tacos.

Zapatillas de invierno

No voy a afirmar que las zapatillas de invierno sean la panacea, pero si montas en invierno olvídate de escarpines y cómprate unas buenas botas de invierno impermeables. Te durarán toda la vida —al ser bota y de material mucho más resistente duran mucho más— y eso de ir con los pies calientes y secos no tiene precio. Por el contrario, los escarpines se deterioran rápidamente y deberás cambiarlos todos los años. No se debe escatimar en calzado. No tiene sentido gastarse una pasta en una bici y llevar un equipamiento malo. Lo que se gana con la bici se pierde con las carencias de una equipación deficiente.

Una buena opción en este tipo de zapatillas pueden ser las Shimano MW7 o las Shimano MW5 que vemos en las siguientes imágenes.
Zapatillas de Invierno MTB Shimano

Material de las zapatillas

Al igual que ocurre con las suelas, el material de las zapatillas es muy variado, las hay de piel natural, piel sintética y diversos tipos de tejidos, plásticos y gomas. Aquí Sidi tiene una ventaja y es que dispone de una piel propia y de excelente calidad, es indestructible.

Hay que reconocer que en Sidi todo es bueno y parte de su éxito es que la mayor parte de las piezas que otros fabricantes compran fuera, ellos las hacen. Por ejemplo, la piel, los cierres y las suelas —no se sí todas, porque con tantos modelos es complicado afirmarlo, pero sí la inmensa mayoría—.

Conclusión

No hace falta más que darse un paseo por la orilla de la playa para ver la cantidad de formas que puede tener el pie humano. Y no hacemos distingos de sexos. Ahora imaginaos si todos tuviéramos que llevar el mismo zapato. Imagino que le ochenta por ciento iría descalzo. Con esto quiero repetir que lo mejor que puedes hacer es probarte varias zapatillas hasta que encuentres la idónea. Por supuesto, cada cual con el presupuesto que tenga.

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