Ya sabéis qué es una bicicleta de gravel y qué grupos específicos pueden ser específicos para este tipo de bicicleta, pero… ¿y los componentes?
Algunos de ellos también pueden ser específicos en esta modalidad, por eso os queremos contar con cuáles podéis contar para que os sintáis lo más confortables posible cuando salís a realizar aventuras.

Acompáñanos en este viaje detallado donde cada pieza cuenta y cada ajuste importa.

Componentes para bicicletas de gravel.

Índice de contenidos

Ruedas para bicicletas de gravel

Ancho de llanta de 25 mm Está claro que, si el uso al que se va a destinar una bicicleta de gravel es diferente al de una bicicleta de carretera, entonces, las ruedas han de ser distintas.

La primera singularidad, observable a simple vista, es el ancho de la llanta. Se pude considerar como un estándar en ruedas de gravel un ancho de llanta de 25 mm, que es también lo habitual en bicis de montaña semirrígidas.

Es cierto que continúa habiendo muchas ruedas con llantas de 22,5 mm, 21,6 mm e incluso queda alguna con ancho de llanta de 20 mm, pero, a día de hoy, lo más habitual es que tengan entre 22,5 mm y los 25 mm, y es previsible que en un futuro cercano casi todas las llantas que se utilicen en ruedas de gravel sean de 25 mm.

A la hora de elegir el perfil de una rueda de gravel hay que ser cautos, porque no tiene sentido ruedas de grandes perfiles. ¿Por qué? Porque son más pesadas y porque su mayor ventaja es cuando se rueda a gran velocidad por terrenos llanos, que es lo que por general nunca se hace con bicicletas de gravel. Utilizar ruedas para gravel con más de 45 mm es ilógico.

Para hacernos una idea de los perfiles más empleados, hemos recurrido a los actuales catálogos de los que probablemente sean los mayores fabricantes de ruedas de este tipo: Shimano, Mavic y Dt Swiss.

  • Los perfiles de las ruedas Shimano oscilan entre los 22 y los 32 mm.
  • Los perfiles de las ruedas Mavic oscilan entre los 21 y los 22 mm.
  • Los perfiles de las ruedas Dt Swiss oscilan entre los 22 y los 42 mm.

 

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De todos los modelos de ruedas de gravel que tienen disponibles estas tres marcas, por encima de los 32 mm solo hay un modelo que la propia Dt Swiss califica de gravel para alta velocidad, siendo su precio igual de exclusivo.

En cuanto a los diámetros hay más coincidencias, y casi la totalidad de las ruedas de gravel tienen un diámetro de 700c. Todavía quedan algunas bicis diseñadas para ruedas de 650B, pero cada vez hay menos modelos disponibles, y a nuestro entender no tienen mucho sentido, salvo, quizá, en talla XS.

Ruedas DT Swiss GRC 1400 Spline

 

Lo que sí admiten muchas bicicletas es que puedas montar ruedas de 700c y de 650B. Disponer de un segundo par de ruedas con neumáticos de mayor grosor y menor diámetro puede servir para alguna salida ocasional por terrenos muy complicados.

Sobre el material empleado en la construcción de las ruedas, hay dos opciones, el aluminio y el carbono.

En cualquier caso, si se comparan con ruedas de carretera, las ruedas de gravel tienen la llanta más ancha, el perfil más bajo, en muchos casos mayor número de radios, y una rigidez lateral superior.

Recordaros que si vais a comprar unas ruedas de gravel debéis tener en cuenta dos cuestiones. La primera es el tipo de discos que lleva tu bici (6 tornillos o center lock) y la segunda es cercioraros del tipo de núcleo que monta tu bici (Shimano, Sram, Campagnolo, …).

 

Neumáticos específicos para bicicletas de gravel

Cubiertas para bicicletas de gravelLos neumáticos para bicicletas utilizados en bicicletas de gravel son completamente diferentes a los de otras especialidades. Son más gruesos y resistentes que los de carretera y más estrechos y ligeros que los de montaña. Además, tienen tacos, pero son pequeños y están distribuidos de forma desigual a lo largo de la superficie del neumático. En muchos casos, en la zona central o de rodadura el neumático tiene unos tacos diminutos. Aunque también hay modelos que ni siquiera tienen esos tacos, disponiendo en su lugar de una superficie lisa o rallada. Esto se hace para mejorar su capacidad rodadora, pues las gravel no son bicicletas para circular por lugares muy técnicos, y lo que más lastra es el tipo de neumático y, más en concreto, el tamaño, forma y disposición de los tacos.

En cuanto al tipo de cubierta que se emplea en gravel, hay dos posibilidades ya conocidas por los aficionados a otras disciplinas ciclistas.

La cubierta de gravel puede ser normal o tubeless ready. El empleo de tubeless tiene la ventaja de poder rodar con menor presión, y también la posibilidad de llevar líquido antipinchazos.

Los anchos más empleados en neumáticos de gravel oscilan entre los 35 y los 50 mm. De serie las bicicletas suelen traer neumáticos de entre 40 y 45 mm.

Hay que tener en cuenta que un mayor grosor implica mayor peso y que lastre más el neumático.

La elección del neumático dependerá del tipo de terreno que frecuentes. Si casi todas tus salidas se limitan a carreteras o pistas forestales en buen estado, bastará con neumáticos de un máximo de 40 mm con la parte central lisa y rallada, y con tacos laterales pequeños. Si, por el contrario, prefieres rutas más técnicas, lo suyo es llevar neumáticos de más de 40 mm y con tacos en toda la superficie. Con anchos de 45 mm hay una variedad de cubiertas de gravel enorme.

En cuanto al número de tpi*  lo normal es que los neumáticos de gravel de cierta calidad tengan 60 o 120 tpi.

*Recordemos que los tpi son el número de hilos por pulgada cuadrada, y que cuanto mayor sea su número, más flexible y ligero es el neumático, aunque también será más frágil.

Sobre la presión de inflado del neumático hay que fijarse en lo que recomienda el fabricante, e intentar adaptar nuestros gustos a estas recomendaciones.

 

Horquillas de suspensión en gravel

Este es uno de los temas más discutidos a día de hoy en el mundo del gravel. ¿Es necesaria horquilla de suspensión en una bici de gravel?

Se trata de una cuestión de gustos personales más que otra cosa, por lo tanto, que cada cual haga lo que crea oportuno.

 

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En este artículo nos vamos a limitar a explicar las ventajas e inconvenientes en cada caso, y luego haremos una recomendación en función del uso que se vaya a dar a la bicicleta.

Las horquillas de gravel tienen un recorrido menor que las de montaña. Como los recorridos de las suspensiones están muy limitados por la geometría de las bicicletas de gravel, el recorrido de la mayor parte de horquillas que encontrarás en el mercado oscila entre los 30 y los 50 mm. Hay que tener en cuenta que, a mayor recorrido de suspensión, más alta es la bici. Una horquilla con mucho recorrido implicaría una posición menos aerodinámica, por muy corta que sea la pipa de la dirección.

Antes de decidirte a comprar una horquilla, debes tener en cuenta que, con un recorrido tan reducido, la sensación de absorción es limitada, muy diferente a lo experimentado con tu bici de montaña.

El mayor hándicap de las horquillas de suspensión para bicis de gravel es el peso. Una horquilla rígida de carbono pesa entre 450 y 700 gramos, y las horquillas de suspensión oscilan entre los 850 gramos de la Lauft Grit SL y los 1.725 gramos de la Suntour, aunque a favor de esta horquilla hay que decir que es la más barata). Los modelos de Fox y Rock Shox pesan por un estilo, entre 1.200 y 1.300 gramos, y son los más caros.

Esto supone que una bicicleta de gravel con horquilla de suspensión pesa entre 600 y 900 gramos más que la misma bici con horquilla rígida de carbono. Eso es bastante peso para una bici de unos 9 o 10 kilos.

Todavía no hay muchos modelos de horquillas de suspensión específicas para gravel. Los modelos a la venta en España son los siguientes: SR Suntour GVX, MRP Baxter, KS GTC, Rock Shox Rudy Ultimate XPLR, Fox 32 TC y Lauft Grit SL.

Vamos a ver las más populares, y también una marca que será desconocida para el gran público pero que aporta una particularidad que la hace merecedora de figurar en esta comparativa.

Lauft Grit SL

Es una horquilla que emplea otro tipo de sistema de suspensión diferente a las típicas barras de las horquillas tradicionales. La amortiguación está basada en un sistema de paralelogramo con pequeñas ballestas de fibra de vidrio. La horquilla oscila ligeramente mientras actúa la suspensión.

Sin duda lo mejor es su peso: 850 gramos, muy por debajo de los modelos de Fox y Rock Shox, que son los siguientes en ligereza. Su precio es contenido, alrededor de 900 €, siendo más económica que las dos grandes marcas norteamericanas. Además, su mantenimiento es nulo.

Su recorrido es de 30 mm y es sin duda es una de las mejores opciones.

SR Suntour GVX

Es la más barata de la comparativa (cuesta menos de 450 €), aunque también es la más pesada (1.725 gramos). Suntour tiene mucha experiencia en horquillas de este tipo, siendo el que más horquillas fabrica con menos de 100 mm de recorrido. En realidad, este modelo de gravel deriva de otras horquillas de suspensión empleadas en bicis de trecking o híbridas. Tiene una pequeña ventaja, y es que es la única que se ofrece con 30, 40 y 50 mm de recorrido.

MRP Baxter

Es una horquilla de suspensión tradicional, con cámara de aire. El mayor inconveniente de esta horquilla es el precio, pues supera los 1.000 € y se sitúa en consonancia con marcas de mayor prestigio como Fox y Rock Shox, y no aporta nada nuevo. Su peso es moderado, pero es también mayor que estas dos marcas. Se sitúa en 1.420 gramos.

KS GTC

Se trata de una opción bastante interesante, pero debido a que es un producto reciente, todavía no hay tarifas disponibles, aunque se especula que rondará los 700 u 800 euros. Si esto fuera cierto, es muy buen precio para lo que ofrece. Horquilla de aire fabricada en aluminio y carbono y con un peso bastante ajustado de 1.385 gramos.

Dispone de un recorrido de 40 mm.

Fox 32 TC

Por cuarenta gramos es la más ligera de las suspensiones tradicionales, aunque es casi cuatrocientos gramos más pesada que la innovadora Lauft Grit SL. La Fox 32 TC pesa 1.226 gramos y ofrece un recorrido de 40 o 50 mm. Por el contrario, es la más cara de la comparativa, entre 1.000 y 1.300 €, dependiendo del acabado.

Rock Shox Ultimate XPLR

Con el apellido XPLR Sram ha designado una serie de componentes específicos para gravel. Su horquilla ofrece un recorrido de entre 30 y 40 mm y tiene un peso muy ajustado, casi tanto como su competidora por antonomasia. La Rock Shox Ultimate XPLR pesa 1.266 gramos y su precio roza los 1.000 €.

 

Si decides no poner horquilla de suspensión en tu bici de gravel, otra opción es bajar la presión de los neumáticos, pero sin exceder los límites recomendadas por el fabricante. Si optas por esta alternativa, ten en cuenta que deberías llevar tubeless, porque las cubiertas tradicionales no admiten presiones tan bajas como los tubeless. Y si bajas demasiado la presión en un neumático que no sea tubeless corres el riesgo de destalonar.

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Componentes comunes con bicicletas de montaña o de carretera

Hay una serie de componentes y accesorios que comparten las bicicletas de gravel con las de carretera y las de montaña. Son los siguientes:

  • Tijas: a excepción de un par de modelos de tijas telescópicas, una de ellas la Rock Shox Reverb AXS XPLR, el resto de tijas son iguales que las que se montan en carretera. Ello es debido a que el diámetro más empleado en bicis gravel es de 27,2, el mismo que en bicis de carretera.
  • Sillines: si bien es cierto que hay algunos sillines específicos para gravel, por ejemplo, Selle Italia tiene un modelo y Prologo dispone de la gama AGX que comparten las disciplinas de gravel y ciclocrós, la mayoría de los sillines son de carretera o de montaña, según las preferencias del fabricante. Hay que decir que tampoco hay grandes diferencias entre un sillín para bicicleta de carretera y otro para bicicleta de montaña. Las mayores diferencias se encuentran en los modelos específicos para triatlón, que sí son fáciles de distinguir respecto a cualquier otro sillín.
  • Pedales: los pedales empleados en bicis de gravel son los que se ponen en bicicletas de montaña. El motivo es doble. Con barro un pedal de carretera no se puede utilizar, pues no entra en la cala. Y para andar una zapatilla de carretera no sirve, mientras que con una de montaña sí se puede caminar.
  • Potencias: las potencias que se utilizan en gravel son las mismas que la utilizadas en bicis de carretera. Ello es debido a que utilizan el mismo sistema de guiado de cables por el cuadro y a que los manillares tienen la misma forma, aunque luego veremos que los manillares son específicos para cada disciplina.
    Sin embargo, la longitud de las potencias es distinta, siendo más cortas las de gravel. Esto se hace con el propósito de que la montura sea más manejable, y poder reaccionar con mayor rapidez ante un imprevisto, por ejemplo, un bache o una zona de piedras.

 

Otros componentes únicos para bicicletas de gravel

El manillar es el componente que desde un primer momento se desarrolló pensando en las bicis de gravel. Aunque coincide en cuanto a aspecto con los de carretera, su tamaño y forma son distintos. El de gravel es más ancho, el tubo puede ser de mayor diámetro y la parte baja se ensancha respecto a la superior. Es sencillo diferenciarlos a simple vista.

Manillar para bicicletas de gravel

Conclusión

Como hemos visto a lo largo de este artículo, cada día hay más componentes específicos para gravel por sus peculiaridades, para dar un servicio multidisciplinar y contar con la resistencia y ligereza que importan tanto en esta disciplina sea a nivel competitivo como amateur.

Es previsible que se vaya ampliando la oferta de ruedas, neumáticos, horquillas de suspensión y manillares, pero también de otros componentes como tijas, sillines, pedales o potencias, pues el gravel es una especialidad que sigue ganando adeptos.