Amortiguadores Fox

Para elegir correctamente un amortiguador Fox es fundamental conocer la medida exacta. Esta corresponde a la distancia entre el agujero de anclaje superior y el agujero de anclaje inferior. Si eliges un amortiguador con una medida distinta a la que admite tu cuadro, simplemente no encajará o podría comprometer la geometría de la bicicleta.
Deberás escoger la medida correcta midiendo la distancia entre agujeros que tienes ahora mismo en tu amortiguador o revisar directametne la página del fabricante para ver qué medidas soporta el cuadro.

Otro aspecto importante es determinar si tu cuadro utiliza anclaje Trunnion o estándar. Los amortiguadores con anclaje Trunnion se fijan directamente en la cabeza del amortiguador, lo que permite diseños más compactos y aprovecha mejor el espacio en el cuadro. Si tu bici no está diseñada para ello, deberás optar por un modelo con anclajes convencionales.

La carrera o recorrido del amortiguador también es clave. Si tu bicicleta está diseñada para un recorrido de 65 mm, deberás escoger un amortiguador con esa misma carrera o lo más cercano posible, pero nunca superar en más de 2 mm lo que admite el cuadro. De lo contrario, podrías forzar la estructura y provocar daños graves en el cuadro.

El espacio disponible en el cuadro es otro factor a tener en cuenta. Aunque un amortiguador sea compatible en medida y carrera, si tu cuadro es pequeño o compacto, es posible que un amortiguador con cámara de aire de gran volumen no encaje físicamente. Antes de decidirte por un modelo de mayor tamaño, asegúrate de que el cuadro dispone del espacio suficiente.

También es importante considerar el tipo de uso que le vas a dar a la bicicleta. Si hablamos de XC, por ejemplo, no tendría sentido montar un amortiguador de muelle, ya que añadiría peso innecesario y no aportaría beneficios en esa disciplina. En ese caso, deberás escoger un amortiguador específico de la gama Fox para XC, como el Float DPS. En cambio, para Enduro o DH sí tendría sentido valorar un DHX o DHX2 de muelle.

Por último, debes saber que Fox ofrece sus productos en dos gamas: Performance y Factory. La gama Performance se caracteriza por tener barra negra y un enfoque más accesible, con ajustes básicos de compresión y rebote. La gama Factory, en cambio, incluye el exclusivo acabado Kashima, que mejora la suavidad y durabilidad, además de ofrecer más posibilidades de ajuste para personalizar el comportamiento de la suspensión.

Por ejemplo, en horquillas, una Fox 38 con cartucho Grip pertenece a la gama Performance, mientras que una Fox 38 Factory con cartucho Grip2 ofrece un rango de ajustes mucho más amplio y un nivel de rendimiento superior, pensado para ciclistas que buscan el máximo control.

Amortiguadores Fox para XC: el modelo de referencia es el Fox Float DPS, diseñado para los ciclistas que buscan ligereza y máxima eficiencia en el pedaleo. Su diseño compacto y el sistema de 3 posiciones permiten adaptar rápidamente la suspensión al terreno, garantizando reactividad en subidas y sensibilidad en bajadas. Es el amortiguador preferido por quienes compiten en XC o maratón, combinando bajo peso y fiabilidad.

Amortiguadores Fox para Trail y All Mountain: en estas modalidades, el Fox Float X es el más utilizado por su mayor volumen de aire y tacto progresivo. Está pensado para ciclistas que quieren un amortiguador capaz de absorber impactos fuertes sin perder eficiencia en el pedaleo. Su amplio rango de ajustes en compresión y rebote permite afinar el comportamiento para rutas largas, bajadas técnicas o tramos de pedaleo intenso, convirtiéndolo en uno de los modelos más polivalentes de Fox.

Amortiguadores Fox para Enduro: aquí encontramos los Fox DHX y DHX2, dos opciones de muelle pensadas para descensos agresivos y uso intensivo. El DHX es más sencillo y directo, ideal para quienes buscan robustez y fiabilidad con un mantenimiento más sencillo. El DHX2, en cambio, es el modelo más avanzado, ofreciendo un rango superior de ajustes en compresión y rebote de alta y baja velocidad, lo que permite personalizar al máximo la respuesta del amortiguador para cada tipo de terreno.

Amortiguadores Fox para DH: en Downhill, la referencia absoluta es el Fox Float X2, que combina gran volumen de aire y un comportamiento muy progresivo, ofreciendo suavidad y control en descensos largos y exigentes. Frente a él, el Fox DHX2 con muelle es la opción preferida por los riders que buscan constancia y sensibilidad en los terrenos más radicales. La diferencia entre ambos es clara: el X2 de aire ofrece más ligereza y facilidad de ajuste, mientras que el DHX2 garantiza fiabilidad extrema y un tacto más lineal gracias a su sistema de muelle.

En XC, el modelo estrella es el Fox Float DPS, diseñado para ofrecer máxima eficiencia en el pedaleo y gran sensibilidad en bajadas rápidas. Está disponible en versión Performance, con barras negras y un precio más accesible, perfecta para quienes buscan calidad Fox con un enfoque competitivo.

La versión Factory incorpora el acabado Kashima, además de un rango más amplio de ajustes de compresión y rebote, siendo la opción preferida por ciclistas de élite que buscan el máximo control en cada detalle.

Para Trail y All Mountain, los más destacados son los Fox Float X. Este amortiguador equilibra ligereza y resistencia, ofreciendo un tacto progresivo que transmite confianza en bajadas técnicas.

La versión Performance se distingue por su barra negra y un precio ajustado, ideal para ciclistas que quieren mejorar su MTB sin una gran inversión. La versión Factory con acabado Kashima añade mayor suavidad, durabilidad y un rango superior de ajustes de compresión y rebote, pensado para quienes buscan afinar al máximo su suspensión.

En Enduro, los Fox DHX y DHX2 son los más utilizados. Estos amortiguadores de muelle destacan por su fiabilidad en descensos agresivos y su capacidad de absorber impactos de gran magnitud.

La gama Performance ofrece la robustez y tecnología de Fox en una versión más asequible, mientras que los modelos Factory añaden el recubrimiento Kashima y ajustes avanzados que permiten personalizar al máximo el comportamiento de la suspensión para adaptarse a cada terreno.

En Downhill, los Fox DHX2 y Float X2 son las referencias indiscutibles. Están diseñados para ofrecer control absoluto en los descensos más extremos, con un tacto progresivo y una resistencia sobresaliente. Los modelos Performance son más accesibles, con barra negra y ajustes básicos que garantizan fiabilidad en uso intensivo.

La gama Factory, con recubrimiento Kashima, permite un ajuste mucho más fino de la compresión y el rebote, siendo la opción preferida por ciclistas profesionales en competiciones de DH.